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Por Yago,

Si pensamos en Suecia, probablemente nos venga a la cabeza frío pero también diseño fiabilidad. JAYS es una compañía de este país dedicada al sonido, y en concreto a los auriculares.

Los q-JAYS no es que sean un nuevo auricular en la gama de JAYS, en el 2007 la marca sueca lanzó la primera versión de este modelo, así que tras 8 años podríamos decir que son una remodelación completa y profunda manteniendo las claves del éxito del anterior modelo e introduciendo mejoras que simplemente lo elevan a otro nivel:

https://www.jays.se/products/q-jays/

Construcción, diseño y fit

Unas líneas más atrás hablaba de las «claves del éxito», y alguno se preguntará cuáles eran y en consecuencia cuáles son ya que también se mantienen en este nuevo modelo. Pues podrían resumirse en estas tres: pequeño tamaño, sonido y funcionalidad. ¿Precio? Unos 400$

Vivimos en un mundo quizás demasiado complicado y es de agradecer que un fabricante ofrezca productos simples y de calidad; olvidémonos por un momento de filtros o puertos de graves ajustables en un IEM, y pensemos en algo que podamos coger en cualquier momento y lugar, colocarlos y a disfrutar sin más preocupaciones. Con un doble driver del tipo BA y una impedancia relativamente alta para un IEM (50 Ohm) podemos olvidarnos incluso de «las sinergias» o de si la impedancia de salida de nuestra fuente/ampli es más alta de lo habitual, el rendimiento de los Q-JAYS no se verá afectado. Buena idea y buen concepto JAYS.

No solo de lo bello vive el hombre así que sumémosle una calidad de construcción que como poco va en acorde al precio de estos IEM. Tras dos años de investigación y pruebas han acabado con un proceso muy elaborado y sofisticado para las cápsulas; este pasa por la inyección del metal en molde, mecanizado en CNC, pulido, depósito de película granulada protectora y finalmente el pintado en negro mate por vaporización, para garantizar un acabado meticulosamente perfecto, incluso a nivel de lupa, muy sorprendente. Este es un proceso muy estudiado y que aparte de la consecuente inversión en maquinaria adecuada se requiere de unas 40h en cada unidad para dar el resultado final, listo para vender.

Los Q-JAYS no solo son muy ligeros (unos 20g), además son pequeños, más bien diminutos. De todos los IEM que han pasado por mis manos estos son los de menor talla, y saliendo de este plano se me hace difícil pensar en algún otro que se acerque en este aspecto. La propia JAYS los denomina como «los IEM con cable reemplazable más pequeños del mundo».

En consonancia con esa última frase los ingenieros de JAYS han tenido que aplicarse para desarrollar un conector del tipo SSMCX que cupiera en tal diminuta cápsula, y lo han logrado. Mediante un roscado exacto y preciso los cables quedan totalmente fijos y seguros, en una de las conexiones más sólidas entre cable y cápsula que he tenido el gusto de probar; algo que los antoja aptos para caminar en incluso correr con ellos puestos sin miedo a una pérdida de sonido por un mal contacto.

La cera es un enemigo declarado de cualquier IEM, y para ello JAYS incluye en este modelo un protector del filtro completamente metálico y desmontable a rosca (lavables incluso con agua y jabón), con 55 orificios cortados a láser de precisión. Dejar limpio y libre de cualquier resto de suciedad a un IEM nunca ha sido tan fácil.

El cable de 1,20 m de longitud, está reforzado con Kevlar y afortunadamente también libre de microfonías. Un conector de 3,5mm y acodado a 90 grados ponen la guinda al pastel. Por cierto para aquellos que habitualmente utilicéis fundas en vuestro smartphone o DAP, sí el conector es lo suficientemente largo como para que no tengáis problema alguno.

Tanto el diminuto tamaño como la forma ligeramente curvada de la cápsula son dos factores que favorecen de manera importante la comodidad y el fit de los Q-JAYS. Una vez puestos y gracias también a la extrema ligereza directamente parece que desaparecen en tus orejas. Todo ellos junto con un nivel de aislamiento que si bien no llega a igualar a modelos de Shure o Westone, podría denominarse como notable, sobre todo si utilizamos las Comply T-100 incluidas también de serie. Son unos IEM perfectos para largas escuchas, incluso para aquellos usuarios con sensibilidad extrema a los in-ear en general, apostaría a que los Q-JAYS también les resultarían cómodos, borrando así cualquier rechazo inicial a este tipo de auriculares provocado por las malas experiencias pasadas.

Embalaje y accesorios

La sensación al abrir los Q-JAYS por primera vez es tan especial gracias a la elaboración de todo el «packagin» general que pasa por ser una de las mejores experiencias «unboxing» que he tenido. La calidad de los tipos de cartón empleados, los bonitos gráficos y la minimalista presentación de los auriculares y accesorios, todos en pequeñas cajas separadas, hace que la experiencia sea muy agradable, dando una sensación de distinción con un toque de lujo.

Aparte del cable reemplazable, que en mi unidad venía sin el control remoto, tenemos una buena variedad de almohadillas junto con una funda rígida.

¿Cómo sería esta experiencia «unboxing» en primera persona? Podéis seguirla en el vídeo que he realizado hace algunas semanas:

Sonido

A pesar de tener «solo» dos driver BA los Q-JAYS son el claro ejemplo de hasta dónde puede llegar una buena implementación y «tuning» del «crossover». Aparte de ser el mejor y más equilibrado dual driver que he podido probar es un serio candidato para plantarle cara a muchos modelos triple driver.

Haciendo hincapié en el espectro más audible del rango de frecuencias los Q-JAYS consiguen explotar todas sus cualidades, reflejando un sonido fiel y neutro en todo momento, que no aburrido. El filtro acústico hecho a medida por JAYS es una de las claves del perfil sonoro de este IEM, libre de asperezas y estridencias, aun cuando los volúmenes son altos, el sonido que sale de estos auriculares es suave y muy progresivo, perfecto para largas escuchas y mantener la fatiga auditiva lejos, sea cual sea el tipo de género escuchado.

No tienen un perfil que abrume o impacte en exceso en una primera toma de contacto, pero bastan unos minutos para apreciar el trabajo de JAYS con este modelo.

La correcta tonalidad y el balance de frecuencias son clave en los Q-JAYS, en muchos casos el usuario mira más el número de drivers pero sin duda las dos cualidades mencionadas tienen una mayor repercusión en el resultado final.

A pesar de no contar con el impacto visceral del grave que pueden tener algunos diseños híbridos como el DUNU-DN2000J, los Q-JAYS optan por un grave más aireado haciendo énfasis en el decay, la extensión es buena y la conexión que muestran con los medios es casi sobresaliente. No son los IEM adecuados para los «basshead», pero la mayoría de usuarios no tendrán queja en este apartado. No andan cortos en cantidad quedándose en un punto intermedio. Los graves son muy rápidos y enérgicos cuando la canción lo requiere; incluso hacen parecer a los DN-2000J (con el «bass ring» puesto) algo lentos, sabiendo que en realidad no lo son; pero este aspecto quizás tenga más que ver con las características propias de los driver «balanced armature».

Partiendo de la base de que aun soy fan del sonido de los Sennheiser HD600 (siendo de alguna forma un referente aun hoy en día) todo IEM que se asemeje en respuesta a auricular provoca una sonrisa en mi cara. Los Q-JAYS no estén quizás tan centrados en medios como los Sennheiser o los Chord&Major Ballad por poner un ejemplo en el mundo del IEM, no obstante las voces brillan con estos auriculares suecos. Conectados al Astell & Kern AK100 II (mod Red Wine Audio) la voz de Julia Stone se reproduce de manera íntima y cercana con una tímbrica y realismo que consigue sobrepasar a modelos de la competencia. En el aspecto puramente vocal con voces femeninas se muestra superiores en líneas generales al diseño híbrido propuesto por DUNU, si bien con voces masculinas el cuerpo que aporta un driver dinámico favorece más a la naturalidad y proyección.

Hablando de la parte más alta del espectro de frecuencias los Q-JAYS tienen una caída progresiva,y aquí al igual que en grave el decay es el punto clave con el que juegan para conseguir disimular las evidentes limitaciones físicas de un diesño dual driver frente a un triple (o más) drivers. En lugar de optar por un énfasis en el extremo agudo, peligroso en cuanto a posible aparición de sibilancias como pude apreciar en algún que otro modelo dual driver (léase Brainwavz B2 ), los Q-JAYS se centran en captar todo el detalle posible y mantener la sensación de aire y amplitud, lo que a efectos prácticos hace que parezca que la extensión es mayor.

La correcta aireación de la zona alta provoca una amplitud de escena superior a la media de los dual driver de la competencia, y que incluso puede rivalizar con la escena de unos Westone W30. Por debajo evidentemente de los DN-2000J en cuanto a profundidad y de los diseños híbridos en general pero aun así consigue recrear una escena espacio y agradable, donde el usuario puede captar sin mayor dificultad los detalles, incluso cuando la instrumentación es abundante.

Conclusiones

JAYS ha intentado crear un IEM «de referencia» y lo han conseguido, como poco dentro de los doble driver BA. Su nivel de acabados y calidad de construcción ponen una nueva cota que parece poco menos que imposible de superar. El diseño funcional, la comodidad y lo práctico que resulta llevar unos IEM tan pequeños y ligeros en el bolsillo con este sonido ponen la guinda. Si eres fan del sonido «BA» y estás dispuesto a pagar el desembolso extra por un diseño y acabados top los Q-JAYS son un serio candidato que no te defraudará.

Agradecimientos especiales a JAYS por hacer posible esta review.

Un saludo y nos vemos en la próxima review, más pronto que tarde,

Yago.

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