Y aquí está, tras un largo desarrollo llega el que se postula como el «killer» de los DAP hasta los 1000 euros, e incluso pretende luchar con modelos que lo superan en precio. El iBasso DX200 es una apuesta en firme por parte de la marca china, que se consolida como una de las fuertes en la gama media, pero que con este nuevo DAP también quiere llamar la atención del público que busca las gamas más altas en cuanto a prestaciones.

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Por 900 euros son muchas las cosas que promete hacer bien sobre el papel, pero ¿realmente valdrá la pena? En las siguientes líneas intentaremos descubrirlo…

Diseño y presentación

Tomando inspiración clara de una conocida marca coreana para el «packaging», iBasso consigue dar un aspecto bastante premium ya desde un inicio. La simplicidad cobra protagonismo y deja paso a una justa cantidad de accesorios, más que nada los necesarios para que no echemos mucho en falta. El USB type-C es bienvenido, estándar que se va imponiendo poco a poco tanto en reproductores dedicados como nuestros cotidianos smartphones.

Recuerdo el tosco y voluptuoso diseño del DX100, el anterior «flagship» de la marca que ya llevaba unos años pidiendo a gritos el relevo. El DX200 más que un digno sucesor es un DAP que está a años luz, tanto en interfaz como prestaciones y diseño.

Pero el DX200 sigue siendo grande, muy grande. Si bien tras el reciente paso por mis manos del A&Ultima SP1000 ya no lo parece tanto. Lo considero un DAP de «estar por casa», no es amigable al bolsillo, ni fácil de manejar a ciegas a pesar de los controles laterales. Con unas dimensiones de 128,5 x 69 x 19,5 (mm) y una pantalla HD de 4,2″ bien podríamos estar hablando de un smartphone, pero no es así. Pesa 40g menos que mi contrastado Lotoo Paw Gold, y se sitúa en unos 240g. Cifra que hasta parece relativamente lógica viendo a lo que nos vienen acostumbrados los fabricantes últimamente, pero que tampoco lo convierten en un repro muy portátil.

Sus líneas son rectas, y el diseño en general bastante industrial, donde prima la funcionalidad. Me gusta la rueda del volumen en un lateral, y protegida para evitar subidas y bajadas accidentales, tan peligrosas sobre todo cuando usamos iems o customs. El aluminio abunda y las piezas plásticas son mínimas, lo que ayuda aportar una sensación bastante premium a la mano, sin llegar al lujo de Astell&Kern.

Los accesorios son: cable USB type-C, cable coaxial, funda de piel y lo más sorprendente, un cable para la salida balanceada dedicado al «burn-in», parece que iBasso sí cree en los beneficios del mismo….tema muy controvertido, desde luego.

Hardware & Software

El DX200 opta por lo último de Sabre, en concreto el ES9028PRO en configuración doble. Se trata probablemente del chip DAC más avanzado del mercado ahora mismo, presente en aparatos de alta gama y que compite con los modelos AKM, más asequibles pero con contrastados resultados en cuanto a una mínima buena implementación. No todo es el chip, pero sin duda contar con el más avanzado da cierta ventaja de partida.

Haciendo uso del mismo el control del volumen se realiza de manera digital en 150 pasos, que garantizan un perfecto balance entre canales incluso a volúmenes muy bajos

La pantalla es muy buena, superando incluso a rivales directos de mayor precio y categoría. Se trata de una IPS de 1280x768p, capacitiva multitouch, y con un cristal óptico muy transparente, de Mitsubishi (sí, yo también me sorprendí al saber que esta compañía también se mete en estos lares).

Los ángulos de visión son excelentes, cercanos a los 170º, y además en cuanto a colores está bastante bien calibrada. Por ponerla en contexto tiene una calidad que perfectamente podría competir con la de un AK380, incluso diría que parece algo superior.

Los comedidos 64gb de memoria interna son suficientes si tenemos en cuenta que su slot para micro-SD acepta hasta tarjetas de 256 gb. Aquí cogen mucho álbumes, incluso algunos en formato DSD. Otros competidores juegan con la ventaja de tener 2 ranuras micro-SD, y quizás hubiera sido una buena baza para hacer al DX200 un producto más redondo. No obstante mediante la función de USB OTG podemos añadirle un disco duro externo de hasta 2TB; método que solo cobra sentido en una escucha estacionaria.

El DX200 es un repro puramente Android, en su versión 6.0. Sistema operativo que desde su inicio nunca estuvo pensado para buenas prestaciones en cuanto a sonido, pero bajo el cual iBasso ha puesto un gran empeño para que así sea, desarrollando una la aplicación llamada Mango, que intenta priorizar la reproducción de música sobre otros procesos de segundo plano, inevitables en Android. Para volver a la interfaz de serie de Android es necesario reiniciar el DX200.

En general esta aplicación es bastante intuitiva, con unos iconos y gráficos vistosos y bien implementados. Los movimientos fundamentales para pasar de una pantalla son de izquierda y derecha.

Pero debo puntualizar que en la primera unidad que recibí tuve bastantes problemas de software, con el conocido problema de «táctil fantasma», en el que varias áreas de la pantalla se seleccionaban solas, sin yo hacer nada. Por lo que recurrí a la garantía de la unidad y posterior reemplazo de la misma, sin más problemas esta vez.

Aunque no cuenta con Google Play de serie podemos instalar cualquier aplicación mediante el archivo .apk, bien sea Tidal, Spotify u otros servicio de streaming. Funcionan sin problema y el alcance de wifi es bueno, sin llegar al nivel de un buen móvil eso sí.

La pantalla durante la reproducción en Mango es muy simplista, y bien ejecutada. Las opciones están sutilmente incrustadas justo debajo de la carátula del álbum, que cobra protagonismo siempre ocupando la mayor parte del espacio. Los botones de «play/pause» y «anterior/siguiente» son grandes y fácilmente accesibles en cualquier momento.

La navegación se puede realizar mediante géneros, artistas, álbumes, playlist y también permite la más tradicional navegación por carpetas, que es la que suelo utilizar mayormente durante mis pruebas. La fluidez con la que maneja toda la biblioteca muy buena, ya que está apoyado por un potente procesador de 8 núcleos y 2 gb de RAM para que no tengamos problemas de lag.

Los ajustes y funciones principales del DAP, tales como ganancia, función USB-DAC, ecualizador, gapless…están todas dentro de una de las 4 pantallas de Mango, y son realmente fáciles de manipular gracias a los gráficos.

Con un repro cargado así de funciones y esta pantalla la batería es un punto a tener en cuenta. Y es que los 4400 mAh de la misma otorgan una autonomía discreta, a la que le cuesta llegar a las 8h reales. La carga no es rápida y harán falta unas 3,5 h para llenarla.

Las especificaciones 

*(Módulo amp1)

-Salida balanceada 2.5mm : Voltaje de salida 6Vrms
Respuesta en frecuencia: 20Hz-20KHz -0.16dB
Relación señal/ruido:125dB
Crosstalk: -122dB
THD+N: < 0.0002%, -114dB (64Ω@3Vrms)

-Salida de auriculares 3.5mm: Voltaje de salida 3Vrms
Respuesta en frecuencia: 20Hz-20KHz -0.16dB
Relación señal/ruido:122dB
Crosstalk: -118dB
THD+N: < 0.00032%,-110dB (32Ω@1.8Vrms)

-Lineout: Voltaje de salida 3Vrms
Respuesta en frecuencia: 20Hz-20KHz -0.16dB
Relación señal/ruido:122dB
THD+N: < 0.00025%,-112dB

-Pantalla: 4.2″ 768×1280
-Batería: 4400mAh
-Dimensiones: 128.5 largo x 69 ancho x 19.5 alto (mm)
-Peso: 240g

Sonido

Un punto importante y que no había mencionado hasta el momento es la posibilidad de intercambiar los módulos de amplificación mediante simplemente un par de tornillos. Esto abre un amplio campo al usuario del DAP, de cara a escoger entre los distintos módulos existentes dependiendo de las necesidades o el tipo de auriculares que vaya a utilizar.

El DX200 con el módulo de amplificación de serie (AMP1) tiene la capacidad de mover casi todos los auriculares del mercado, gracias a su potente salida de 6Vrms en balanceado. Y esto es algo que no se puede decir de muchos DAP, exceptuando el Lotoo Paw Gold que sí muestra también un gran poderío por su salida de auriculares.

He de decir que después de probar el AMP2 también que descarta la salida balanceada no veo una necesidad clara de cambiar el módulo de serie, ya que es el más equilibrado en respuesta y a su vez de los más completos.

El sonido que ofrece el DX200 es neutro, muy claro y con un alto nivel de resolución. La escena y el aire conseguido emparejado con unos auriculares que sean lo suficientemente capaces técnicamente como para mostrar todos los detalles está a un nivel superior al rango de precios en el que se mueve este reproductor. Comparable perfectamente en este sentido aun AK320 de Astell&Kern, ofreciendo una potencia de salida considerablemente mayor. Lo que lo aventaja sobre todo moviendo orejeros sin necesidad de amplificación portátil.

A pesar de que la elección del chip no dice todo con respecto al resultado final, sí parece clara la línea seguida por el doble Sabre ES9028PRO, con una tonalidad que cae más hacia el lado frío que cálido, y un grave que baja bien pero es discreto en pegada para no desentonar.

Es un reproductor que tiende a dejar el trabajo de coloración a los auriculares, y esto no es para nada malo. No obstante quizás alguien pueda echar en falta un tanto de diversión o énfasis en la escucha, sobre todo con el módulo de serie, que como digo tiene un perfil bastante conservador y neutral; pero sin duda fiel a la señal.

Como todo esto tiene su parte positiva y negativa. En esta última entrarían todos aquellos iems o auriculares con perfil ya de por sí neutro y plano, como puede ser el caso de mis pruebas con los InEar ProPhile 8; el flagship de la marca alemana y destinado sobre todo para el mundo profesional es de los más planos que he escuchado, y la combinación con el DX200 simplemente es demasiado «aséptica», incluso con el interruptor de graves puesto en los iems. No podría decirse que es culpa más de uno o de otro, simplemente creo que perfiles demasiado neutros no se complementan bien, y a no ser que seas un fanático de lo neutro, con una señal plana y lo menos alterada posible, el resultado dado será demasiado aburrido y falto de chispa.

Con iems híbridos como los Oriveti New Primacy el sonido es mucho más disfrutable, y aquí a pesar de la amplia diferencia de precios tendría claro cual sería el iem elegido, basándome en el DX200 como la pareja de baile. Un auricular o iem con marcado perfil dinámico es lo que mejor casa con este reproductor de iBasso; sobre todo con el módulo de amplificación de serie. Con el que el ruido de fondo y el control es de sobresaliente.

La salida balanceada muestra una mayor autoridad y control del grave, algo apreciable sobre todo con orejeros, no tanto con iems, con los que a mis oídos la diferencia es sutil, notándose quizás una mayor amplitud con respecto a la salida normal de 3,5mm. He llegado a utilizar los HD800S sin mayor problema, tirando de un adaptador a 2,5mm que no es del todo conveniente, pero hay rumores que la nueva conexión balanceada 4,4mm de Sony acabará llegando incluso a los reproductores, y me consta que iBasso está tomando buena nota de ello de cara a nuevos lanzamientos…

Cambiando al módulo AMP2 la cosa cambia ligeramente. Solo tiene la salida de 3,5mm y sacrifica la balanceada, para todo aquel que no quiera meterse en el lío de buscar nuevos cables para sus auriculares. Digamos que es como una «super-single ended». Tiene más potencia 3,5Vrms vs 3 Vrms y más punch, con un grave más presente y un sonido ligeramente más en «V», que aporta una escucha más dinámica y divertida por qué no decirlo.

Con un toque ligeramente más cálido este módulo AMP2 también ayuda a mejorar la naturalidad, que sigue sin llegar a las cotas del Lotoo Paw Gold.

Si fuera un usuario que solo fuera a utilizar iems o auriculares de impedancia y sensibilidad media no me lo pensaría e iría directamente a por este módulo, ya que creo que guarda un gran equilibrio entre potencia y respuesta, con un perfil menos neutro que la de serie.

Conclusiones

Teniendo en cuenta el rendimiento y lo completo que resulta el conjunto del DX200 su precio está sobradamente justificado. Por 900 euros no hay mucha competencia que le haga sombra.

Como en todo producto hay cosas ciertamente mejorables, y entre ellas se podría incluir la estabilidad general de Android, basándome en mi primera unidad con el defecto del «táctil fantasma», así como la relativamente corta duración de la batería.

Pero en el DX200 los pluses son muchos más que los contras, y creo que es un DAP muy a tener en cuenta hasta los 1000 euros, con una muy buena pantalla y unas prestaciones que sobre el papel son de matrícula. En cuanto a potencia no hay mucha discusión, y es que es una de las mejores maneras para mover nuestros orejeros sobre la marcha.

iBasso sigue un camino de progresión notable, cada vez sus productos son mejores y me gusta su política de nuevos lanzamientos a su debido tiempo, sin saturar el mercado. El DX200 será el punto de partida para excitantes versiones que están por llegar, espero que pronto os pueda puntualizar y enseñar algo más.

Puntuaciones

Diseño y construcción 89 Ptos
Funciones y batería 84 Ptos
Sonido 92 Ptos
TOTAL 88 Ptos
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