Puntuaciones

Sonido 85Ptos
Diseño y construcción 88Ptos
Funcionalidad 84Ptos
Precio-calidad 69Ptos
TOTAL 81Ptos

Este no es el primer modelo de  iFi que analizo, y quizás os resulte una marca ya conocida, no sólo por esta web, sino porque es una de las referencias en cuanto a cantidad de lanzamientos y novedades del panorama actual.

El Diablo, es un «todo en uno» a baterías, y ocupará las siguientes líneas, en las que os trataré de transmitir las impresiones que me ha dejado, después de algo más de un mes de préstamo por parte de la marca, a la que aprovecho la ocasión para agradecer de nuevo la confianza depositada en mi criterio.

¿Qué es eso de un «todo en uno» pues? El Diablo es un DAC/amplificador, que basa su corazón digital en un doble chip DAC de Burr-Brown, proclamando hasta 4,4mW por la salida balanceada de 4,4mm.

Algunos de sus «highlights» son los siguientes:

  • Funcionamiento a baterías.
  • Soporte MQA/DSD512.
  • Femto clock.
  • 3 modos de potencia: Eco, Normal y Turbo

Además de ello la marca presume de que su chasis está engalanado con una pintura específica muy similar a la encontrada en los Ferrari.

Todo ello por un PVP de 999€, que lo convierte en uno de los DAC/Amp más costosos que ha pasado por la web… ¿Merecerá la pena?

El «unboxing» y presentación

iFi ya nos tiene acostumbrados últimamente a un generoso equipamiento de serie, en el que no podemos echar nada en falta. En concreto y con este Diablo los accesorios van un paso más allá, incluyendo además la funda iFi iTraveller. Dentro de ella encontraremos una variedad extensa de accesorios, entre los que destacan el cable para interconexión balanceada con jack 4,4mm y 2 XLR en sus extremos. Ya es habitual el uso de conector propietario en los aparatos de iFi, algo que limita en cierta medida la utilización de otros USB, y que dicho sea de paso resulta algo engorroso. Quizás la marca se anime a estandarizar su conexión principal en un futuro, pero por el momento todo sigue igual.

El diseño

El Diablo hace honor a su nombre con una llamativa pintura exterior en rojo anaranjado. Las formas son más redondeadas que las que podíamos ver en otros modelos pasados, como el
iFi Nano iDSD Black Label, siguiendo un poco más la corriente establecida por la gama «ZEN», sin llegar a esas líneas tan de platillo volante.

Es un diseño más clásico y funcional, en el que destacaría sobre todo la calidad de la pintura, la cual muestra un grosor propio de la carrocería de un coche.

La distribución de la botonera se simplifica en el panel frontal; de izquierda a derecha tenemos: salida de auriculares 6,3mm, salida balanceada de auriculares 4,4mm, interruptor de potencia, led indicador de tasa de muestreo del archivo reproducido y control del volumen, que a su vez funciona como interruptor ON/OFF.

A la hora de la utilización en el día a día uno siempre agradece la simplificación, y con este nuevo Diablo, iFi apunta en la dirección correcta, con un equipo más purista y menos «efectista».

Su panel posterior lo ocupan: entrada óptica/coaxial (requiere adaptador a mini jack), salida en línea balanceada 4,4mm, puerto de carga USB-C, puerto de datos USB-A.

Especificaciones

Funciones e innovaciones

iFi es de esas marcas que suelen recalcar y presumir en cierta medida de toda la tecnología novedosa que empacan sus productos, lo vienen haciendo con todos y cada uno, y el Diablo no iba a ser menos.

He de puntualizar primeramente que el Diablo está pensado para utilizarlo como un sistema único, sin posibilidad de conectarle un DAC externo, por lo carece de entradas analógicas.

Algunas de las principales bazas en el ámbito tecnológico incluidas en el Diablo con las siguientes:

XMOS 16 núcleos

El ya famoso microcontrolador para la gestión de entrada digital por USB, se implementa en su versión «XCORE-200». Este chip garantiza una capacidad de procesado mucho mayor que en anteriores versiones, igualmente cuadriplica la memoria (512KB).

Burr-Brown BITPERFECT

El chip de la reconocida marca Burr-Brown permite la reproducción del archivo digital sin procesado o alteración de su tasa de muestreo. Manteniendo la total fidelidad al archivo original.

Purewave

La retroalimentación negativa es ya un clásico en consideración dentro del ámbito de la ingeniería electrónica, sobre todo en el diseño de amplificadores. Las principales ventajas son el incremento del ancho de banda, reducción de la distorsión armónica; si bien todo ello va a expensas de reducir la ganancia del amplificador. Por ello iFi Audio opta por la opción de retroalimentación negativa con «lazo simple» con manejo de múltiples factores, estudiados en simulación, la cual no penaliza a la ganancia del amplificador.

En las «entrañas» del Diablo, iFi sólo ofrece componentes discretos de las más reconocidas marcas, presumiendo con justificación de condensadores TDK y Panasonic (OS-CON), resistencias Vishay MELF, así como línea de alimentación de Texas Instruments.

Sonido

Si os habéis parado un poco en las cifras de potencia declaradas por iFi, resultan cuanto menos asombrosas, si bien no aportan el valor de distorsión cuando ofrece ese valor de potencia de pico. Aún con todo y sobre el papel, el Diablo se muestra como uno de los amplificadores a baterías con más «poderío» del mercado.

Siguiendo el concepto con el que ha sido creado el Diablo, mis pruebas las he limitado a su uso como «todo en uno», directamente conectado a mi PC de sobremesa. Por lo que si alguien tiene curiosidad sobre su rendimiento como DAC puro, haciendo uso de la salida balanceada, lamento decirle que no he tenido esa experiencia.

Antes de comenzar a hablar pura y llanamente de sus características sonoras, he de plasmar la ya más que común diferencia entre portátil y «transportable». El Diablo pesa 330g y roza los 17cm de largo, por lo que es un aparato poco amigable con el bolsillo. Su situación ideal es como equipo de casa/oficina, capaz de ser llevado en un bolsillo externo del maletín de viaje, o de la propia funda del portátil. No es un amplificador diseñado para «sacarlo de paseo».

En rendimiento puro, el Diablo es sin duda el amplificador más transparente y capaz de todos los que he podido probar de esta marca, que no son pocos. El salto con respecto al iFi iDSD BL es considerable, sobre todo en precisión e impacto del grave.

El perfil del Diablo tiende a sonar muy «en tu cara», con una dinámica que se enfatiza de principio a fin, perfecta para «despertar» a esos diseños planarmagnéticos algo sosegados en respuesta de serie, dotándoles de una respuesta mucho más enérgica y contundente.

Bien seas poseedor de auriculares rejeros con driver dinámico o planar, el Diablo es un amplificador que abarca sin problema todo el abanico, de hecho durante mis pruebas no me he visto nunca en la necesidad de activar el modo «Turbo» en el selector del frontal.

Quizás la interpretación que hace iFi del sonido «puro» y neutro, no es la más acertada, durante mis escuchas y a pesar de no contar con el interruptor de incremento de graves «Xbass», más que conocido en muchos de los exponentes en distintas gamas, el Diablo lleva asociada una innegable carga de medio-grave. Algo que dificulta la capacidad para desgranar cada nota de un contrabajo, sea cual sea el auricular. De todas formas y si soy sincero, no es un hándicap que repercuta en el disfrute de cada sesión, e incluso puede resultar beneficioso para auriculares de perfil calmado y neutral.

El resultado es de todas formas lineal, hasta la parte alta, donde al igual que con el perfil sonoro en general, se presenta de una manera bastante «cruda» y frontal, sin el recorte que se podía observar en el iDSD BL, haciéndolo menos amigable para largas escuchas.

Sin malinterpretaciones, el Diablo es probablemente la forma más eficaz y práctica de sacarle jugo a auriculares «duros de mover», con un producto que fácilmente se puede llevar de una estancia a otra en la palma de la mano. Si bien su falta de matices y sutilezas en el sonido, por otra parte algo exigible en este rango de precios, lo convierte en una experiencia que ofrece potencia bruta, por encima de todo.

La experiencia con iems es salvo determinadas excepciones, la menos gratificante. Y es que la implementación del control de volumen analógico juega en contra del balance de canales a baja presión sonora, si sois de esos que les gusta afinar en el control con iems sensibles, el Diablo no es para vosotros. Durante mis pruebas he sido incapaz de escuchar mis Vision Ears VE6 x-Control, dada la excesiva ganancia en los primeros 2 cm del recorrido, así como la diferencia de volumen en ambos canales. El «iEMatch» era una de las funciones que más destacaban en anteriores productos de iFi, y quizás no sería mala idea recuperarla para el Diablo.

Conclusiones

El Diablo me ha dejado un sabor un poco agridulce. Sí convence por potencia, diseño, funciones y accesorios, pero por contra se deja en el tintero aspectos importantes como la sutileza en su presentación sonora, así como manejo de escena y matices. Igualmente es un amplificador que no resulta adecuado para muchos iems, sobre todo para los más sensibles.

Sus puntos fuertes están en la dinámica así como el funcionamiento a baterías. Si eres de esos que prioriza la potencia pura y dura, y buscas algo transportable para mover esos auriculares exigentes sin tener que estar enganchado a la red eléctrica, el Diablo puede ser una opción a considerar para ti. Por lo demás creo que es un producto prometedor, con margen de mejora para su siguiente versión.

*Equipo utilizado para la valoración: Sennheiser IE300, Vision Ears VE6 X-Control, Erzetich THALIA, Erzetich PHOBOS V2021, Sennheiser HD800.

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