Por Yago,

Los Sony MDR-1 RBT son la versión inalámbrica de este modelo
de auriculares. De ahí provienen sus siglas “RBT” que hacen alusión a la
tecnología Bluetooth incorporada.
Con el lanzamiento de esta gama Sony incluye 3 modelos
distintos, basándose en las distintas tecnologías aplicadas, así pues se
distingue la versión con cable, la que hoy nos ocupa “RBT”, y una última versión
con función de cancelación de ruído.
Después de leer los buenos comentarios acerca de la versión
con cable, estos auriculares despertaron bastante mi interés . Tras el
buen recuerdo que me dejaron los Z1000 y empujado por las ganas de probar el
rendimiento de esta nueva gama contacté con Sony. Allí  Beatriz del departamento de Márketing me ha
facilitado muy amablemente una unidad del MDR-1 RBT para hacer esta review,
gracias.
He de comentar previamente que mi análisis está más bien
centrado en el uso pasivo de estos auriculares, es decir usando el cable de
suministrado de serie, esto es debido a que en un principio soy un poco reacio a las
tecnologías inalámbricas en el sonido, sin embargo me he llevado una grata
sorpresa con los MDR-1 RBT.

Diseño moderno y
buena construcción

 
 
Desde un punto de vista estético y de calidad de
construcción creo que Sony ha estado muy acertado con estos auriculares. Con un
conjunto de líneas angulosas, y un diseño moderno y algo futurista, los Sony
MDR-1 son unos auriculares realmente bonitos.
La combinación del negro con algunos toques en rojo y
plateado llaman la atención desde un primer momento. Existe una versión en
color marrón para los que la prefieran, que sin duda puede que sea algo más
discreta y sobria.
Son muy ligeros y apenas se sienten cuando los llevas
puestos, las copas ofrecen una presión leve pero suficiente como para
garantizar el agarre y el buen aislamiento, que sin llegar a las cotas de los
Beyerdynamic Custom One Pro, cumplen bastante bien en este aspecto. Las
almohadillas son de un símil de piel, de gran calidad, tanto que por un momento
pensé que era auténtica, son muy agradables al tacto y producen bastante menos
sudoración con el uso que la mayoría de este tipo de almohadillas. Seguramente
sean uno de los auriculares portátiles más cómodos que he probado hasta el
momento.

Tecnología empleada

Con Bluetooth 3.0, tecnología NFC, y mando a distancia
(Pausa, Play, y cambio de canción) incluído en una de las copas, los Sony MDR-1
RBT se presentan como un producto avanzado y lleno de interesantes funciones.
De este modo y gracias a la tecnología NFC implantada, la conexión entre el
dispositivo móvil (que lleve incorporada también este tipo de tecnología) y los auriculares es tán fácil como acercar ambos hasta casi
tocarlos y listo, ya tenemos la conexión inalámbrica realizada, evitándonos el rastreo y el proceso más largo para vincularlos mediante el sistema tradicional
de Bluetooth.
Otra opción interesante es la de poder contestar llamadas en modo manos libres gracias a un pequeño micrófono incorporado.
Estos auriculares llevan incorporada una batería con una
capacidad de autonomía de hasta 30 horas, que en la práctica se quedaron en
alguna menos (unas 26-27) debido a que escucho a un volúmen un poco más alto de
lo habitual.
Hablando del rendimiento en modo inalámbrico debo decir que
los MDR-1 RBT me han sorprendido muy gratamente, en términos generales se puede
apreciar un ligero aumento del medio-grave y una pequeña pérdida de definición
y claridad general en la zona media, no obstante estoy hablando de diferencias no muy grandes, el rendimiento que ofrece se acerca bastante al que se tiene usándolo con
el cable suministrado.

Especificaciones
Técnicas

-Capacidad (mW)
1500 mW
-Unidad de diafragma (mm)
40 mm (unidad de diafragma HD), tipo cúpula
-Diafragma
Diafragma con lámina de polímero de cristal líquido
-Respuesta en frecuencia (Hz)
4-80.000 Hz
-Sensibilidad (dB/mW)
105 dB/mW
-Imán
Neodimio
-Impedancia (Ohmios)
48 Ω a 1 kHz
-Peso (g)
240 g

Rendimiento con cable

 
Tras más de un mes y medio de convivencia con estos
auriculares y haberme familiarizado completamente con ellos voy a tratar de describir
su sonido.
Nada más ponértelos y darle al play se sitúan como unos
auriculares bastante cálidos, en la línea de los Fidelio L1 poseen un sonido
lleno y con cuerpo, la zona media está algo retrasada pero a cambio puedo distinguir
más aire en los MDR-1 que en los Fidelio L1.
El grave está algo difuminado y tiene una buena extensión,
baja bien pero no destaca por una gran pegada en el subgrave. Por otro lado
noto algo de énfasis en el medio-grave, lo que junto a la sensación general de
sonido “relajado” ayuda a ser bastante permisivo con las grabaciones de mala
calidad “ocultándonos” gran parte de los defectos. Esta permisividad con la
fuente y archivos es bajo mi punto de vista un punto a favor en un auricular
con pretensiones portátiles, de uso informal y cotidiano, ya que, ofrece al
usuario un sonido muy disfrutable sin  demasiada preocupación por el resto del
equipo.
Para ser unos auriculares totalmente cerrados y portables,
gozan de una escena bastante correcta, con una buena sensación de amplitud y
sobre todo de profundidad.
Escuchando electrónica y dance es donde realmente brillan
los Sony. Los ingenieros parece que han tenido muy en cuenta el rendimiento con
este tipo de música, y el resultado es fantástico, el grave se luce y el sonido
te rodea haciéndote partícipe de la canción.
En cuanto al timbre, lo encuentro algo artificial, sobre todo
comparado con los Fidelio L1 o los Beyerdynamic Custom One Pro. Con instrumentos
digitales como sintetizadores o en general toda la música procesada  (la mayor parte de la música comercial que hay
hoy en día por otra parte) no hay problemas en este aspecto, pero a la hora de
reproducir una guitarra española, no es capaz de aportar el suficiente
realismo, igual me ocurre con los violines y violas escuchando piezas de
clásica, no se reproducen con la sensibilidad y el “sentimiento” deseado.

Hablando de la zona aguda me parece de los puntos más
fuertes de este auricular, goza de buena extensión no resultando para nada
silbante ni áspera, encuentra un buen equilibrio y son muy disfrutables en todo
momento.

Conclusiones finales

 

Esta versión Bluetooth tiene un precio considerablemente
alto (por encima de los 300 euros)

Es algo que hay que tener en cuenta indudablemente, y debemos valorar previamente si la función inalámbrica es realmente útil o indispensable para
las necesidades de cada uno, si es así, lo recomiendo, ya que, las
pérdidas en modo inalámbrico son mínimas y ofrecen un conjunto muy disfrutable en cualquier momento y lugar. Si podéis precindir de la función inalámbrica la versión con cable os supondrá un considerable ahorro a igualdad de calidad de sonido.

 
Gracias a todos por vuestra lectura,
Yago.


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