Por Yago,

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Allá por el 2010 Colorfly presenta el C4 pro, y lo anuncia como el primer reproductor audiófilo portable del mercado capaz de:

-Reproducir archivos de 24bit/192 Khz

-Un Jitter inferior a 5 picosegundos.

-Mover auriculares de 300 Ohm

Con el tiempo y hasta la actualidad le han sucedido varios reproductores con capacidades técnicas similares como puede ser el Ibasso DX100, el AK100 de Astell&Kern o el mismo FiiO X3; no obstante el Colorfly es anterior y pionero a todos ellos en los apartados ya citados, y por ese motivo merece una mención destacada.

Gracias a Emilio de Audio Omega, gran profesional y distribuidor oficial de Colorfly para España, pude disfrutar de este reproductor una temporada y realizar este análisis.

http://www.audio-omega.com/Catalogo/producto/227/Reproductor_Pocket_HiFi_C4_Pro

 

Presentación «premium»

 

El Colorfly C4 Pro es un reproductor exclusivo de alta gama y además quiere parecerlo. La caja de gran calidad y con interior en símil a terciopelo aporta un aire distintivo y clásico que centra toda la atención en el producto. La sensación que transmite al abrirlo por primera vez es muy especial gracias a la atención al detalle, esto es algo que a veces se olvida en los productos de estas gamas, y aunque no es algo prioritario para mí sí que es importante en un producto de estas características.

Los accesorios incluídos son:

-Funda de piel

-Cargador de red con toma USB.

-Cable USB

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Un look particular

 

El Colorfly C4 Pro parece un producto venido del pasado, de la auténtica época del vinilo y de lo analógico, en lo que a estética y construcción se refiere no hay nada igual en el mercado. La madera de nogal negro recubre gran parte del reproductor dándole solidez peso y un toque muy artesanal. La botonera también refleja este cierto toque clásico en el diseño y se aleja de todo lo táctil optando por los controles de los amplificadores «old school»

Entre los controles distinguimos el de avance y pausa, arriba/abajo, y botón menú como principales botones para el manejo entre carpetas y canciones. Aparte de estos existe un botón destinado al encendido/apagado, que se realiza de manera muy rápida en apenas 4-5 segundos, el botón que cambia los distintos preset del ecualizador y por último el SRC, que interactúa directamente con el chip CIRRUS LOGIC CS8422, haciendo el resampling del archivo reproducido a las siguientes opciones:  16/44.1, 24/88.2, 24/96, 24/176.4, y 24/192.

Como DAC Colorfly ha elegido para este reproductor el CIRRUS LOGIC CS4398  con soporte de hasta 24bit/192kHz y un rango dinámico de 120 db. Es un chip de calidad contrastada y que se puede ver en muchos equipos de las más altas gamas ya que tiene soporte también para archivos DSD y PCM, aunque en este reproductor no sea posible.

El control de volumen se aleja de lo común, me recuerda a los empleados en el viejo ecualizador de un ampli Technics de la década ochentera que tengo por casa, no obstante es muy preciso se trata de la serie pro-Audio del fabricante japonés ALPS, ofreciendo una tasa de error menor al 5% tras las 1.000 horas. En la práctica he disfrutado mucho este tipo de control, permitiendo un ajuste muy fino y práctico.

Los 32 gb de capacidad y la ampliación de hasta 64 gb extras mediante tarjetas microSD aseguran una buena cantidad de música almacenada.

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Esta sólida construcción y el empleo de maderas nobles tienen también una repercusión no tan buena en la portabilidad de este reproductor. No es precisamente ligero y tiene un grosor considerable, son dos peajes que a mí no me suponen un gran problema ya que lo contemplo más como un reproductor para escuchas tranquilas, en lugares como una biblioteca, una oficina o simplemente en las distintas estancias de una vivienda, no me veo llevando este reproductor en el bolsillo de un pantalón mientras camino por la calle o cuando salgo a correr, tanto por dimensiones como por el miedo a deteriorar el bonito acabado de la madera con una caída fortuita.

 

Interfaz y funciones

 

La pantalla tiene unas dimensiones más que suficientes y tiene un buen contraste por lo que la visualización es bastante correcta. Siguiendo las líneas del diseño se opta por una temática retro y muy simple. con un vúmetro simulado en la pantalla con unos colores y tipo de letra acordes al diseño.

La navegación por carpetas es la forma más cómoda para mi de manejarme entre la música y no es posible la visualización de caratulas con este reproductor, algo que por otro lado no lo veo como un gran inconveniente. Sólo permite la reproducción aleatoria dentro del álbum así que este puede que sea una desventaje para a alguien que no le guste estar continuamente cambiando la música accediendo a todas las carpetas.

En un principio y antes de prestar atención a las funciones del Colorfly C4 las dos salidas RCA de este reproductor pueden parecer salidas analógicas, pero no, se tratan de la salida y entrada S/PDIF del reproductor (de una calidad admirable por cierto), ya que puede ser usado como DAC/Ampli o como transporte, funciones que se activan/desactivan en el menú.

La respuesta de la botonera no se muestra todo lo rápido que me hubiera gustado, en algunos momentos existe un breve intervalo de tiempo entre que se pulsa la tecla y se realiza la orden, algo que seguramente mejorará conforme las actualizaciones del firmware avancen, pero nada grave ni que impida disfrutar de la música.

En cuanto a duración de batería se refiere y teniendo en cuenta el rendimiento del Colorfly es bastante aceptable, he logrado llegar a una media de casi 9 horas reproduciendo FLAC siempre.

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Sonido

 

La incorporación de salidas de 3,5 mm y 6,3 mm para auriculares aportan una mayor versatilidad a este reproductor, la primera está pensada para auriculares menos exigentes con la parte de amplificación y con bajas impedancias, aquí podríamos incluir la gran mayoría de auriculares portátiles e IEMS, la segunda para auriculares de impedancias mayores a 150 Ohm según declara el propio fabricante.

Utilizando mis Sennheiser HD600 (300 Ohm) el rendimiento es notable y bastante destacable para tratarse de un reproductor portátil. La escena es considerablemente amplia y aireada, acompañada de una separación instrumental muy lograda; sin duda en este apartado la alta calidad de componentes utilizados y en concreto los condensadores Elna tendrán mucho que ver.

C4 inside

 

En un principio y contrario de lo que la estética me podía llevar a pensar, el perfil del Colorfly no está muy edulcorado, tiene un sonido bastante neutro y transparente. Para ser sincero me esperaba un grave más contundente y con una mayor pegada, pero esas dos características se dejan en un segundo plano a favor de un sonido centrado en la zona media, rica en detalle y con un buen peso y tratamiento de las voces.Los agudos son suaves, extendidos y para nada fatigantes, lo que facilita las largas escuchas.

A pesar de no tener un impacto notorio, el grave se presenta bien delineado y definido, muy correcto con la mayoría de auriculares que he utilizado, especialmente con los Grado RS2 junto con los flats, sin embargo con los HD600 de Sennheiser añoro un poco más de peso en estas frecuencias lo que favorecería a las voces masculinas.

En cuanto a volumen va bastante bien servido, usando unos auriculares exigentes como son los HD600 sitúo el volumen entre un 70-80% del total, según la grabación lo requiera. Debo apuntar que tengo preferencia por un volumen de escucha tirando a alto, por lo tanto y aun no consiguiendo el rendimiento de un buen amplificador estacionario dedicado, en cuanto a potencia se refiere y capacidad para mover auriculares de este calibre el Colorfly cumple y con buena nota.

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La sinergia con los Grado RS2 es remarcable, tanto por estética como por sonido ambos forman un combo espectacular, la salida de 3,5 mm es más que suficiente para mover los Grado con autoridad. El timbre de los instrumentos de cuerda conseguido con este conjunto me ha hecho redescubrir algunas grabaciones de Mark Knopfler ya olvidadas en mi colección de FLAC.

¿Adecuado para IEMS?

La potencia y capacidad para mover auriculares con un alto nivel de exigencia no está reñido con un buen rendimiento con IEMS también. Con mis Phonak Audeo PFE 022 hace un buen trabajo, mantiene una zona media muy limpia y detallada y un fondo bastante negro sin hiss apreciables.

 

Conclusiones

 

El Colorfly C4 Pro es un producto con un mercado muy claro, el de la gente que quiere disfrutar de un reproductor audiófilo, sin compromisos en cuanto a calidad de sonido se refiere y además con una estética fuera de lo común que lo convierta en algo único.

Tiene un PVP en torno a los 600 euros en España, y aun siendo un precio considerable creo que es una muy buena alternativa para alguien que busque el rendimiento de muchos equipo estacionarios de nivel medio en la palma de la mano.

 

Gracias por vuestra lectura,

Yago.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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