Puntuaciones

Sonido 80Ptos
Diseño y construcción 80Ptos
Precio-calidad 90Ptos
TOTAL 83Ptos

iFi audio, marca ya de sobra conocida por méritos propios, sigue con el ZEN CAN, su línea de lanzamientos, esta vez enfocada a un público más generalista, tal y como lo era su hermano de gama, el ZEN DAC, de cual tenéis la review aquí. El ZEN CAN es un potente amplificador estacionario, con posibilidad de ser transportado fácilmente a otro punto de escucha, potencia a raudales y precio muy comedido. ¿Qué tal cumplirá las expectativas puestas en él? Intentaré acercaros un poco más este nuevo ampli en las siguientes líneas.

Antes de meterme de lleno en la review, quisiera apuntar la excelente atención recibida por parte de iFi audio, con los cuales tengo la suerte de tener un puente directo que me permite testar sus últimas novedades. Por lo tanto quisiera expresar mi agradecimiento a la marca por hacer esta review posible. Pronto además podréis ver más novedades… y hasta ahí puedo leer.

El «unboxing» y diseño

Siguiendo la idéntica presentación algo espartana del ZEN DAC, este CAN es apenas indistinguible en cuanto a la experiencia «unboxing», sólo variando los accesorios, que en su caso se limitan a: -Cables RCA -Adaptador a 6,3mm -Adaptador de corriente

Y es que ambos productos parecen estar destinados a funcionar en conjunto, uno sobre el otro, a modo de rack improvisado. El chasis y botonera son prácticamente idénticos, con mínimas variaciones, que se limitan a la ubicación o adición de botones, dadas las mayores funciones presentes en el ZEN CAN. Los 159€ de coste podrían hacernos pensar en una construcción más bien humilde, pero sin ir más lejos de la realidad los materiales, ajustes y ergonomía de este amplificador, están bastante por encima de lo que dice su precio. La presencia mayoritaria del aluminio, con mínimo uso de plásticos, hace que se sienta un producto bastante «premium». Sus curiosas formas, que recuerdan a la de un platillo volante, harán que no pase desapercibido ante miradas ajenas, cuando lo tengamos en nuestro escritorio.

La parte frontal alberga una mayor botonera de la que teníamos en el ZEN CAN, con selector de entrada,  un interruptor de ganancia de más pasos (0 dB, 6 dB, 12 db y 18 dB) y un último interruptor de función doble para activar en potenciador de graves y de escena, características que iFi denomina como «XBass» y «3D Matrix«, y que ya resultan familiares por haberse incluido en otros modelos de la marca.

Como no podía ser menos el ZEN CAN no se queda atrás, incorporando la salida balanceada de 4,4mm, que tiende a convertirse en la referencia de salidas balanceadas, a mayores de la típica de 6,3mm no balanceada. Y es que esto tiene sentido ya que está orientado a ser utilizado con el ZEN DAC, el cual incorpora salida balanceada de 4,4mm también. Pero esto no es algo obligatorio, ni siquiera que «imponga» la marca; sigue más bien una lógica de estética y funcionalidad,  ya que, y sin salir de iFi audio, combinando ambos productos, el DAC + amplificador podemos tener un equipo estacionario para nuestros escritorios, extremadamente competente, todo por debajo de los 400€.

El panel trasero, mucho más limpio, se centra en ofrecer todas las conexiones de entrada que podríamos necesitar, la balanceada mediante un puerto hembra de 4,4mm y las no balanceadas a través de un par puertos RCA y una entrada de 3,5mm, orientada más bien para dispositivos portátiles, como el «line out» de los DAP, tan presentes en el mercado audiófilo actual. Para evitar las corrientes parásitas en la entrada, iFi implementa una inteligente solución, con un circuito previo al principal, en el que se eleva las resistencias de entrada, tanto en SE como en modo balanceado, hasta los 24 kOhm y 1 MOhm respectivamente, favoreciendo la correcta actuación del circuito en clase A, y disminuyendo los niveles de distorsión en salida.

Especificaciones

Formar parte de una gran compañía como AMR, tiene ventajas claras en cuanto a implementación de tecnologías y componentes que de otra manera sería impensables. El ZEN CAN hereda un circuito de componentes discretos en clase A, muy similar al existente en el Pro iCAN, el amplificador «flagship» de la marca que roza los 2.000€ de PVP. De igual manera incorpora un diseño en balanceado de principio a fin, y no sólo en su salida, como otros amplificadores de estas gamas de precio, llevando la señal por separado de opuesta polaridad, hasta el puerto final de la conexión para nuestros auriculares, que en este caso se realiza mediante la contrastada salida de 4,4mm. Para aquellos que sientan una mayor curiosidad y quieren indagar más en profundidad en las características así como medidas de respuesta en frecuencia y THD os invito a bucear por la web de iFi Audio, donde además se incluyen interesantes documentos en PDF, bastante explicativos: https://ifi-audio.com/products/zen-can/

Sonido

Para mis pruebas he intentado focalizarme en el rendimiento del ZEN CAN con auriculares orejeros de todo tipo, ya que quizás para iems este amplificador resulte algo «overkill» en potencia. Para ello la salida del ZEN DAC era más que suficiente. Este modelo guarda un alto factor de similitud en cuanto a perfil con el ZEN DAC, con el que todo sea dicho hace una pareja excelente, con un combo complicado de superar por debajo de los 400 €. El protagonismo del frontal se lo lleva el gran mando del volumen, que permite controlar un potenciómetro totalmente analógico de la japonesa TOCOS, capaz de mantener un nivel entre canales extremadamente parejo incluso a volúmenes muy bajos. Esta característica se agradece especialmente cuando queremos realizar una escucha relajada, más bien de «acompañamiento» en tareas de trabajo en casa, tan común últimamente, en las cuales no queremos que un volumen demasiado alto nos distraiga de nuestros quehaceres principales. Y es que el ZEN CAN es un amplificador que suena bien incluso a muy bajo volumen.

Como buen clase A deja entrever algunos puntos de la «personalidad» propia que suele ser habitual en estos esquemas, con un grave profundo, de excelente peso y textura, con perfecta transición hacia los medios. Su tonalidad no es precisamente a lo que podemos llamar neutra, pero tampoco se acentúa en exceso ninguna frecuencia; todo tiene un «color» sutil y suficiente como para hacer que la música cobre un gusto particular. El botón de «XBass» realiza un énfasis a través de un circuito analógico dedicado en la octava baja. Su actuación es bienvenida con auriculares carentes de ese extra de pegada o profundidad, funcionando de una manera más creíble que el «TrueBass» del ZEN DAC, algo más intrusivo y evidente. En cuanto a potencia, el ZEN CAN tiene, y para rato. En mis pruebas no he conseguido llegar a la última ganancia, y en la mayor parte del tiempo me quedé en la primera de «0 dB». Con los Erzetich Audio Thalia, este amplificador muestra una completa autoridad con el mando del volumen situado hacia las 9, con un sonido rápido, nada arisco y con excelente separación estéreo. Será complicado que os encontréis un dinámico que no pueda abordar en ZEN CAN, ya que para los modelos más duros de mover y por balanceado, la potencia es generosa incluso en altas impedancias, dando 385mW a 600 Ohm. Pudiendo ser una de las opciones más baratas para mover a los Sennheiser HD800 más que dignamente, si bien un poco lejos aún de lo que un amplificador con más clase y precio, puede aportarles. En mis escuchas he podido constatar una respuesta lineal y fluida, sin distorsión apreciable en todo el rango de frecuencias, y con una zona media que si bien no es tan orgánica como podría hacerme pensar el esquema en clase A, se presenta algo más frontal que en otros amplificadores de su gama. Considero que en estas gamas es de agradecer el esfuerzo de un fabricante por crear un perfil más particular, guardando siempre eso sí, el equilibrio. La escena sin ningún efecto activado es relativamente reducida, y centrada más bien en ofrecer una buena separación en el plano horizontal, careciendo de la capacidad de crear un espacio «holográfico» que tienen otros amplis de más gama. Con el «3D Effect» activado ganamos en amplitud y percepción de «aire» entre instrumentos. No obstante, con un auricular un poco resolutivo no es complicado darse cuenta de la ligera pérdida de detalle, ya que, el sonido tiende a difuminarse y alejarse, de una manera un tanto artificial. Esta función está ahí para jugar con ella, pero no la recomendaría en una escucha seria, en la que queramos concentrarnos en los matices de los distintos instrumento y/o voz de nuestro cantante favorito.

Conclusiones

iFi Audio vuelve a revolucionar el mercado de los amplificadores estacionarios en esta gama de precios, con un producto que aúna todas las entradas y salidas habidas y por haber, un circuito balanceado de principio a fin, y potencia para mover prácticamente cualquier auricular del mercado. Por su precio de 159€ se vuelve sin duda en una de las primeras opciones recomendables para alguien que bajo un presupuesto algo ajustado busque hacerse con un ampli versátil y de excelente calidad; perfectamente válido también para un segundo equipo de un audiófilo más experimentado. Bien por iFi.

*Equipo utilizado para la valoración: Erzetich Audio Thalia, Sennheiser HD800, Beyerdynamic DT880 (600 Ohm), Jays q-Seven (modo pasivo).

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