Fue ya en el CanJam 2016 celebrado en Londres, donde pude tener el primer contacto con Mitchell & Johnson, una compañía británica especializada en auriculares, con unos diseños bastante cuidados e innovaciones en la tecnología utilizada que se desmarcaban un poco del resto de auriculares allí presentes.

Hoy me ocupa el modelo MJ2, sin duda de los más interesantes de la gama. Con un concepto de arquitectura híbrida, a medio camino entre electroestático y dinámico, pero manteniéndolo todo bajo un modelo portátil y plegable, algo que de primeras invita a probarlos al menos con gran curiosidad.

Los 570€ de precio los sitúan directamente en la gama media-alta de auriculares portátiles del mercado. Un sector que cada vez abunda más, pero donde no son muchos los que ofrecen estas características de plegado, que hacen que prácticamente cojan en la palma de la mano.

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Diseño y construcción

Los MJ2 tienen una distinguida apariencia. Son algo clásicos y la madera les aporta ese punto retro al diseño. Las sensaciones en la mano son muy buenas, así como también el cuidado «packaging» que rodea al auricular, que incluye una práctica funda rígida para llevárnoslos a donde queramos.

El sistema de plegado es aparte de práctico, muy efectivo, y me recordó mucho al que ofrecían los modelos de V-Moda. Metal, polipiel y cápsulas de madera auténtica de cerezo hacen que parezca un auricular de gama alta.

No obstante las apariencias engañan, y a pesar del poco volumen que ocupan una vez plegados, estos auriculares no están del todo enfocados a personas con cabeza pequeña, ya que incluso en la posición mínima de la diadema puede que cuelguen un poco en exceso. En mi caso y como soy de cabeza estándar digamos, no he tenido problema usándolos eso sí con todos los clicks cerrados de la diadema. Si eres de los que se queda algo justo, no se acaba el mundo y siempre se podrá optar por añadirle un poco de extra de acolchado a la diadema, por ejemplo con las conocidas fundas de Beyerdynamic.

Clasificarlos entre supraurales o circumaurales es ya un poco más complicado, ya que varía segun la persona. Para mi caso particular están justo en el límite y mis orejas sí que cogen dentro del recinto de las almohadillas, si bien es muy posible que a más de uno le lleguen a apoyar en alguna parte, ya que el hueco no es demasiado generoso.

A pesar de ello el tacto de la polipiel es agradable, y la presión se reparte de manera bastante uniforme por lo que no se le pueden poner pegas de comfort.

El aislamiento es bastante bueno, equiparable al que pueden ofrecer unos B&W P7 o unos Sennheiser Momentum, a pesar de la mayor porosidad de la madera, el damping interno permite utilizarlos por la calle al aislarnos del ambiente exterior. Si bien habría estado bien contar con un poco más de grosor en las almohadillas para asegurar un poco más los auriculares una vez puestos.

El cable me ha gustado, porque encaja muy bien dentro del concepto del auricular. Es corto y recubierto en malla téxtil, lo que lo hace práctico y sencillo para utilizar con reproductores o amplificadores portátiles. Los conectores metálicos acabados en jack de 2,5mm a cada copa hace que el reemplazo futuro sea sencillo y económico.

El unboxing

Las especificaciones

-Respuesta en frecuencia: 6 a 50,000Hz
-Nivel de presión sonora: 120dB
-Impedancia: 32 ohms
-Concepto acústico: Cerrado
-Distorsión harmónica: <=0.1%

El sonido

Antes de meterme de pleno en este apartado…¿Recordáis los míticos AKG K340?

Hace ya unos años revolucionaron un poco el mercado con un concepto electro-dinámico interesante. Y estos MJ2 de Mitchell & Johnson heredan esta tecnología, no exactamente igual de implementada, pero sí renuevan el formato desmarcándose así de la competencia.

El concepto de los drivers está basado en la combinación de un tradicional driver dinámico de 40mm para las frecuencias más graves junto con la utilización de un driver «electret» muy similar al electroestático en concepto, para las frecuencias medias y agudas.

Ingeniando la adición de un pequeño transformador en cada driver que incrementa el voltaje de alimentación para el cual es necesario que funcionen este tipo de drivers, es posible prescindir de los amplificadores dedicados a los electroestáticos. Pudiéndose alimentar de esta manera con cualquier tipo de amplificador para dinámicos o planar.

Este diseño he de reconocer que empasta muy bien, consiguiendo unos medios y agudos típicos de un diseño electroestático, y el grave profundo y definidos de los dinámicos, una receta interesante y apetecible.

Uno a priori puede pensar que quizás requieran de amplificación extra debido a la combinación de estas tecnologías, pero en realidad son muy fáciles de mover casi desde cualquier fuente, si bien muestran una buena capacidad de escala.

Los amantes del sonido un poco cálido, que vengan por ejemplo de unos Sennheiser Momentum V2, o incluso aquellos poseedores de los B&W P7 que requieran de una zona media más presente encontrarán en los MJ2 su aliado perfecto. Es un auricular con un sonido rápido, musical y de muy buen contraste. Fáciles de gustar a primera escucha y que son capaces de lidiar con todo tipo de géneros e incluso con música más popular sin mostrar mucho las carencias de las grabaciones.

El sub-grave tiene la presencia justa como para que no lo echemos en falta, pero es en la buena definición y presentación del medio-grave donde más brillan, consiguiendo una sensación de envolverte sin caer en lo excesivo ni tapar la zona media. No es para «bassheads» pero sin duda se aleja un poco de la respuesta más plana, acercándose más a la típica respuesta de curva Harman, con agudos controlados y con la típica caída progresiva.

El driver electroestático es el encargado de los medio y agudos. Aquí sí hay una notoria diferencia en cuanto a claridad y transparencia frente a otro rivales cerrados portátiles. Da la sensación de ir bastante más desahogado con piezas más complejas, siendo capaz de abarca un mayor número de instrumentos y sonidos que se reproduzcan de manera simultánea, y los índices de distorsión apreciables también parecen más bajos al oído, es un auricular que a pesar de tener ese toque de calidez suena limpio siempre.

Encontrar un auricular con este ratio de naturalidad y transparencia a la vez no es sencillo, y más si cabe siendo portátil. En cuanto a microdetalle deja bastante atrás a otros competidores dinámicos, e incluso diría que superan a los Ultrasone Edition 8 en este apartado, a pesar de que estos últimos cuestan bastante más. Las voces se muestran articuladas, bien definidas y con un buen timbre. Y es de los pocos modelos en los que veo que rinden igual de bien con voces femeninas que con masculinas.

Lo que sorprende es que tienen un rendimiento constante y repetitivo incluso desde fuentes bastante discretas en cuanto a potencia. Mismo desde un buen smartphone se puede obetener una experiencia positiva de escucha, y no parecen forzados en ningún momento. Esto habla en favor de la alta eficiencia de los drivers.

La escena es equilibrada y de tamaño medio, más que adecuada para un auricular portátil, donde destacaría sobre todo la buena sensación de profundidad. El driver electroestático contribuye también a aportar un sonido bastante aireado a pesar de estar limitado por las cápsulas de madera. En otros modelos de la competencia la zona aguda se tiende a enfatizar en cierta manera para dar una mayor sensación de amplitud o detalle, pero los MJ2 optan por dejarlo todo tal y como está, dando un sonido realista y con un buen balance tonal.

A pesar de ello creo que estos auriculares podrían ganar bastante en el apartado de escena, simplemente con unas almohadillas algo más grandes y con mayor profundidad, para incrementar ligeramente la separación entre el driver y las orejas, ya que de serie es bastante reducida.

Algunas comparativas

Algunos de vosotros me pedisteis alguna que otra comparativa directa para estos auriculares, bien pues aparte de las ligeras pinceladas que os he dado con los B&W P7 creo que un buen rival, dentro también de lo que he analizado en esta web, podrían se vs los Oppo PM3.

Estos dos modelos con precios equitativos y tecnologías distintas, son más semejantes que diferentes en general.

Mano a mano y de primeras los PM3 piden más potencia y suenan más finos y fríos desde un simple teléfono o DAP de gama básica contra el esa consistencia en la respuesta a la que me refería en los MJ2. Es como si estos últimos necesitaran menos corriente para rendir a pleno pulmón.

Los Oppo resultan además un poco más neutros, sobre todo en cuanto a la menor carga de medio-grave. Donde los MJ2 optan por un sonido con más cuerpo y un punto de mayor calidez.

La rapidez en transitorios de ambos está bastante a la par, aspecto donde creo que el driver planar de los Oppo realiza un gran desempeño también, si bien se muestra más dependiente de la amplificación. Si tuviera que escoger uno de estos auriculares para un DAP de gama media sin duda optaría por los Mitchell & Johnson, son más agradecidos por así decirlo.

En cuanto a timbre los MJ2 resultan un poco más naturales, gracias ese punto de mayor calidez en su sonido, sobre todo escuchando piezas vocales.

En esta comparativa no hay un claro ganador, y todo depende de lo que busques. En comodidad las alhomadillas grandes y profundas de los Oppo parten con ventaja, pero a su vez tampoco son plegables como los MJ2 ni tan portátiles. Ambos tienen sus pluses y contras, pero estrictamente hablando de sonido el elegido sería el representante británico, si bien no por mucho margen.

Conclusiones

Debo confesar que vista la ardua competencia actual no tenía unas expectativas muy altas con estos MJ2, pero después de profundizar más en las pruebas las han superado con creces.

Me gustan las compañías que toman sus riesgos, apostando por conceptos fuera de lo común y reflejando su propia interpretación del diseño y sonido.

Aconsejaría estos auriculares para alguien que busque un auricular fácil de mover y de escuchar, para el cual no sea prioritario su uso por la calle pero que aun así quiera contar con la posibilidad de llevárselos un día de paseo.

Su sonido pleno y resolutivo a pesar de ser portátil es accesible desde casi cualquier fuente, y nos permite paladear cierto gusto de los electroestáticos grandes bajo un precio más comedido. Sobre todo con la ventaja de no tener que poseer un amplificador específico.

Los casi 600 euros de PVP parecen a priori no muy contenidos, pero a cambio es un auricular muy completo y que perfectamente podríamos tener como único en nuestra colección. Hecho para disfrutar sin complicaciones.

Sonido 89 Ptos
Diseño y construcción 86 Ptos
Comodidad e insonorización 85 Ptos
TOTAL 87 Ptos
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